TÚ Y YO SOMOS IGUALES
En mi reflexión, voy a utilizar es ser funcionaria de prisiones, para denunciar aunques sea por este medio, la discriminación no de la adminitración si no de los propios compañeros por el hecho de ser mujer en una prisión.
Los mismos compañeros no quieren estar con funcionarias por si hay algún problema, recuerdo en el mismo chat de recién aprobados .. con gente joven como algún compañero decía.. que nosotros mismas tendríamos que darnos cuenta de que no es justo que tengamos las mismas oportunidades que ellos para acceder a la oposición.. por el hecho de ser mujeres.. ya que a la hora de una trifulca con presos.. nosotras no somos igual de efectivas. El ser humano, tu padre, tu compañero de al lado.. sigue viendo a la mujer como una persona indefensa o se siente más seguro al lado de un hombre y este es un concepto que nosotros mismos debemos de cambiar.
El tema en las prisiones, es que todos por igual.. hombres y mujeres.. deberíamos constantemente estar recibiendo formación en defensa personal y así una mujer sería capaz de enfrentarse a cualquier situación, al igual que un hombre sería capaz si tuviera esta formación, no hacer como en la actualidad.. que las mujeres en la institución son relegadas a garitas para abrir y cerrar puertas, o no ocuparlas en los módulos que son más peligrosos.
Creo que el tema de la fuerza física, el peso.. hace que los mismos compañeros no quierean que las compañeras estén a su lado, incluso consideran en algunos casos que tenerlas a su lado les traerá más problemas.. cuando las mujeres solucionamos los problemas con diálogo, con más templanza.. calmamos los ánimos en las trifulcas.. y esto los propios hombres con los que trabajamos no lo tienen en cuenta.
La administración por su parte, trata de hacer en sus leyes normas que traten de igualar en los puestos directivos el mismo número de hombres y mujeres, algo fantástico a la par que justo e inteligente, pero debería igualmente de comprobar que ocurre en los puestos bases cuando hombres y mujeres no ocupan los mismos puestos, generando malestar y fricción entre los propios compañeros, unos por que puedan sentir que no se les valoras o trata igual por el hecho de ser mujer y por otro lado, los hombres.. que sienten que deberían de cobrar más puesto que consideran están más preparados por el hecho de tener más fuerza o ser más grandes.
Hasta el año 2006 las plazas en instituciones penitenciarias, seguían siendo diferentes para hombres y para mujeres.. siendo un número mucho más reducido para estas, ya que se consideraba serían las personas que ocuparían los puestos de oficinas. Afortunadamente esto cambió y ahora competimos en las mismas pruebas con las mismas oportunidades, por favor, sigamos avanzando.
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